lunes, 31 de agosto de 2009

Al huracán Jimena se le hace agua la boca

Si algo sé de huracanes es que son rebeldes, no les gusta seguir pronósticos y al menor descuido pierden su calidad de huracán para convertirse en una deliciosa lluvia. Suelen ser aguafiestas. Aunque en ocasiones le hacen honor a su nombre y de tan grandes se les hace agua la boca por tocar tierra y armar un desmadre de dimensiones bíblicas. Hace ya varios años que no llega un huracán fuerte a Los Cabos y, desgraciadamente, tenemos una memoria de eyaculador precoz, nos dura si acaso minuto y medio: gran parte de Los Cabos está asentado en arroyos y cuando el agua corre, no hay nada ni nadie que pueda pararla, y pocos recuerdan o saben lo que pasa cuando pega un huracán grande y poderoso, y peor si trae nombre de mujer.

Esperemos que nos vaya bien con Jimenita: a mí me encantan los huracanes, es un buen pretexto para ir desempolvando el chocolate abuelita, la lotería, ir afilando los lucidores chistes para pasar el apagón, oler la maravillosa atmósfera que deja la lluvia y ver pasar las nubes tan rápido como si el que se moviera fuera el planeta. Esperemos que no haya pérdidas que lamentar y que sólo sea un pretexto para tener agua y juntar a la familia que, por la falta de luz eléctrica, no les va a quedar de otra más que ponerse a platicar entre ellos. Por cierto, Jimena se escucha bien, empieza con J de Jonás, y la J siempre es peligrosa. O por lo menos muy habladora.


2 comentarios:

Nancy dijo...

hola, esperando el huracan me lei casi todo tu blog, agarro cura y me identifico con muchas cosas que dices aunque continuando con la costumbre de los cabelos me muero por preguntarte si eres local por ke aki nacistes cuando tus papas se vinieron de la costa chica o de verdad eres el nieto de don chicho el vecino de mi nana alla en el centro... si ya se que sigo con la con una estupida costumbre racista... me incluyo en las personas que uso ''chuntaro'' como el unico nombre de todaaa esa gente ke veo en la calle ke no tiene finta de turista, pero tambien pienso en que son personas que lo que quieren es trabajar y alimentar a sus familias, igual que los ilegales en estados unidos, me asombro cuando mi hermano se enoja y dice ''pinches chuntaros'' le digo maldito nazi segregador y algunas otras cosas que he aprendido en los libros de historias de holocausto, en fin a veces siento mi hipocresia y no te miento, me siento mal... espero ke no te pongas a juzgarme por mi ortografia en con el teclado la verdad es ke la weba me gana y prefiero usar contracciones aunke acabemos con nuestro maravilloso castellano... ahh la luz esta a punto de irse a si ke no terminare mi biblia de comentarios tal ves bastante ambiguos, pero al menos te dejo mi opinion, o katarsis de conciencia social o como kieras ponerle... saludos. estamos en contacto.

Jonás dijo...

Nancy: ni toda el agua de Jimena sería suficiente para agradecerte tu comentario. A veces me siento como el loco que escribe aunque nadie lo lea, y es un gusto saber que hay quien disfruta los textos del blog y se siente identificados con ellos. A final de cuentas esa es la razón del blog.

Por cierto, soy san luqueño de varias generaciones, mi apá, mi amá, mi nanas y mis tatas, y los papás de mis tatas son de esta tierra huracanada. Sin embargo, abandoné la vieja tradición de ser lanchero para aspirarar a trabajar en el aire acondicionado y cuidar de mis hermosas manos choyeras corta pitahayas.

Por la ortografía ni te preocupes, además escribes muy bien, claro y sencillo. No soy ningún miembro de la Real Academia para condenarte por estar "in".

Veo que te gustó el texto de "Ay, en esa fila sí me formo", me da gusto que lo haya leído a pesar del pésimo título que se me ocurrió, ja. Como todo buen san luqueño he dicho a diestra y siniestra la palabra chúntaro. Es parte de nuestra cultura, pero que no deja de ser un acto discriminatorio y grosero.

Muchas gracias y espero leerte pronto de nuevo y que no te quedes mucho tiempo sin luz.