jueves, 27 de marzo de 2008

Guía Turística de Los Cabos para no amanecer pobre

Advertencia: esta guía es solo para turistas locales, los que viven aquí; si usted es foráneo y gustaría de venir a visitarnos, no haga caso.



Después de una ardua investigación y de una entrega casi religiosa que cualquier monja budista me envidiaría, he logrado elaborar la guía turística que todo cabeño debe tener a la mano. En Cabo San Lucas he descubierto cosas que rayan en el milagro: por una extraña fuerza que no busco comprender, los tacos y los hot dogs se enfilan durante toda la Leona Vicario. Ya sé que el dato no es novedoso, a quién no le ha dado diarrea por comer en esa calle donde las aguas negras corren como el riachuelo con el que todos, alguna vez, soñamos cuando niños. Pero la verdad es que, si uno quiero cenar barato [barato aquí en Los Cabos significa no tan caro como en los restaurantes para turistas, creí necesario aclararlo para todos aquellos que ya tenían la famosa frase de “barato Guadalajara o México”, donde cuentan que con 6 pesos uno se come hasta 19 tacos, cinco chiles, medio litro de guacamole y veintitrés servilletitas]
Si de plano no trae dinero ni para los tacos, entonces ponga cara de yo-cuando-pisteo-no-ceno, pero lo importante es que no decaiga el ánimo turístico.
Yo sé que es tormentoso saber que uno está aburrido viendo paty chapoy en su casa mientras que a diez minutos de distancia hay gringas topless y bailando la macarena. Mejor vaya a la playa, no se meta a ningún restaurant y vea desde afuera toda la diversión que no tiene sólo por traer los bolsillos vaciós.
Como últimamente, Los Cabos se ha convertido en la capital mundial del arte cinematrográfico y el precio del boleto del cine también se encuentra a ese nivel, es mejor ir los domingos antes de las tres de la tarde. Hay casi un 50% de descuento nada despreciable.
Si le ofrecen tours a la sierra con descuentos especiales para locales, no se engañe, sigue estando carísimo. Mejor acuérdese del proverbio chino que ha perdurado por siglos: “para qué chingados quiero la sierra si tengo la playa”.
Es sabido por todos que cualquier sábado del año es springbreak en cualquier antro o bar: sí doña quejumbres, hasta en Las Varitas. Pero para qué gastar en cerveza y en bares si usted también puede divertirse sin alcohol. Claro.
Jamás tome taxi, si va a gastar tanto para que lo lleven del centro a su casa, mejor tome esos taxis bicicletas, cuestan lo mismo (carísimo) y por lo menos podrá llegar a su casa sabiendo que el chofer ha desquitado toda la tarifa con el sudor de la frente y no como esos choferes que mientras te asaltan con 100 pesos para llevarte a tu casa adornan el viaje con un radio donde chacotean con sus demás compas con un repertorio de chistes dignos de polo polo.
Siempre, tenga a la mano un grupo de amigos igual que usted: para que se echen la mano y no vayan a lugares caros y se la pasen tan bien que la policía ande tras ustedes corriéndolos de cuanto lugar se estacionen para platicar.
Hay que hacer que nuestra vida le sea fiel al lugar donde vivimos: si es un lugar turístico hay que vivir siempre como si el turista fuéramos nosotros, aunque andemos trabajando… eso no lo impide. Un saludo a todos y dejen comentarios que de eso vivo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

estyo de acuerdo con lo de mejor ir a la playa para que gastar en lso bares caros y feos.

klauss dijo...

masomenos en cuanto anda el cover para entrar a una disco y cual es la que a tu consideracion nadie puede dejar de visitarla?? graciass

Unknown dijo...

AMEN HERMANO, QUE LA PAZ SEA CONTIGO:..

Jonás dijo...

Klauss:

No es por presumir mi estimado Klauss, pero mi vida ascética y mis meditaciones acerca del sentido de la vida no me permiten ir a esos lugares de sexualidad desbordada llamadas "antros". Lo que te puedo recomendar, y en eso soy muy serio, es que no dejes de recetarte a alguna extranjera que te pueda dar el tour gratis.


Dining:
No soy digno.