lunes, 5 de marzo de 2007

Licencia de conducir con cara de sueño

Nunca me ha gustado madrugar. Algo genéticamente en mí no me permite despertar antes de las diez de la mañana, y en los absurdos casos que lo he hecho, me he pasado minutos contestando idioteces que nunca logro recordar porque sigo dormido. Sé que muchos comparten conmigo ese especial hilito de baba que no se seca hasta ya muy entrada la mañana. No me gusta madrugar y tampoco ser un incumplido. Y entonces sucede, que hace unos días se venció mi licencia de manejar y no pude con la culpa de transitar por las calles de Cabo San Lucas y poner vidas en riesgo por transgredir uno de los importantísimos requisitos que todo conductor san luqueño cumple sin retraso ni omisión alguno. Me desperté tempranísimo para ir a renovar mi licencia, me peiné de ladito (en las fotos oficiales me gusta salir como don benito, el juarez), y como al diez para las once salí echo la mocha hacia la comandancia con todos los papeles listos.

Me tardé como quince minutos en llegar a la lejana estación, porque está lejos, muy lejos, allá, hasta por la virgencita. Fui directamente a la oficina, le presenté los papeles a una señora muy amable, como es común en todas las secretarias del gobierno, y con una muy irónica y maliciosa sonrisa me dijo que ya no había alcanzado licencia, porque sólo dan sesenta licencias al día. Le regresé la sonrisa, y le di las gracias. Yo siempre he sido muy amable. ¿¿HAY UN LÌMITE DE LICENCIAS?? Discúlpeme estimado lector, sé que es absurdo que alguien tan madrugador como yo se queje por haber hecho el esfuerzo de llegar a las once a transito para sacar la licencia mientras que todos llegan allá a las siete para ganarle a la fila, estar dentro de los 100 permisos para manejar sin placas o dentro de las 60 licencias que dan al día. Llegan a las 7 para esperar que abran a las 8 (en realidad a las 8:20 después de que las muy amables secretarias terminan de tomarse el cafecito y de revisar el nuevo librito del avón), y salen hasta las 10 de la mañana. No quiero ser el quisquilloso que todo lo convierte en problema, pero, maldición, siempre me toca ser ese quisquilloso. Si uno va a transito a las once, ya no hay filas, ya no hay nada de gente haciendo trámites, pero ohh terrible destino, tampoco hay permisos ni licencias. Es decir, aunque cierran a la una de la tarde, el trabajo termina poquito después de las once. Sin mencionar que ya no abren en la tarde, ni en sábados ni domingos. Si alguien sabe cuál es la finalidad de poner un límite de licencias o de permisos al día, por favor, se los ruego, avísenme para ya no seguir guardando este rencor que me carcome por dentro, cual canción de Juan Gabriel. Por lo pronto, mañana pondré el despertador a las 6:30 de la mañana, para ir a pelear una licencia de las sesenta que dan, haré fila hasta que abran y me espantaré los bobitos con mi licencia vieja mientras mis tripas rechinen de hambre. ¿60 ESCASAS LICENCIAS PARA LOS MILES DE CONDUCTORES QUE SOMOS?
No me aguanto de quisquilloso
Jonás Jonajero

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jajajaja!
Muy curada tu nota. Estaba buscando los requisitos para sacar la licencia, porque obvio algunos no nos deja en paz la conciencia de manejar sin licencia o vencida :S quiero ir a sacarla, pero sabes qué me llamó más la atención?
Trabajar en tránsito!!!
Entrar a las 8:20am tomar café y leer avón suena algo interesante, y salir a atender a las 10:00am!
Es excelente!! ¿tienen vacantes?

Jajaja!
Saludos!

Lorenia

Jonás dijo...

Creo que ya conoces muy bien el puesto, y al parecer te sientes capacitada para cubrir todas las exigencias de ser cajera en tránsito.

Sólo hay un pequeño detalle, parece que eres alegre, y ahí tienes que tener una actitud fastidiosa de "cuánto daría por estar viendo María la del barrio mientras mi chamaquito me va a comprar los cigarros".

Nota aclaratoria: dije Maria la del barrio, pero bien pude decir una novela reciente, no crean que no las veo.