sábado, 12 de septiembre de 2009

Ciudad de calles para ratones

Ciudad de calles para ratones. En Cabo San Lucas vivimos apretados y ni nos damos cuenta. Nos apretamos en los pocos peseros viejos que existen, en la playa, en las calles. Somos una ciudad pequeña y vivimos encimados. Nadie ve que hay mucho monte todavía: las constructoras nos han encimado unos con otros, nos han echado a perder la comodidad de vivir en un lugar como éste a costa de acumular más dinero. Un día de estos se me va a bajar la presión por un berrinche, pero, simplemente, no puedo concebir cómo alguien permitió que los fraccionamientos vendieran casas en laberintos ratoneros, donde ni siquiera las calles tienen medida de adultos. Nos construyeron un mundo de enanos y se los compramos. En las calles de los fraccionamientos apenas cabe un carro, y son de doble sentido. El fraccionamiento Miramar es una jungla de concreto, lastima la vista ver tantas casas amontonadas. La gente trata de vivir bien, pinta sus casas, se plantan jardines, ponen cortinas bonitas, pero las construcciones son una ofensa. Los multifamiliares se han estado popularizando: insisto, qué no hay mucho monte como para vivir amontonados. Qué no seguimos siendo una ciudad pequeña para echarnos a perder la vida tan pronto.

No es que yo quiera tener un rancho, no nací ejidatario para que las cosas me caigan del cielo. Simplemente me gustaría defender un estilo de vida: vivir bien, en zonas agradables donde los niños puedan jugar es espacios verdes, donde las peleas no inicien con el vecino por un espacio para estacionar el carro y termine con los automovilistas que se pelean los apretados carriles. O hay que ser ricos o ejidatarios para tener un patio donde poner un mango y un limón. Sé que necesitamos casas, que cada vez somos más, y que la necesidad nos hace comprar un departamento en un multifamiliar a precio de una mansión en la playa. Pero no debería el gobierno defender parámetros en la construcción, parámetros que garanticen un nivel de vida óptimo para los habitantes. En un lugar donde las invasiones abundan, creo que es pedir demasiado. Imposible en un país donde las aguas negras se convierten en tsunamis que acaban con fraccionamientos completos. Lo que entristece es que a fuerza de ganar más dinero, y más dinero, las constructoras y los gobernantes no sólo están acabando con un modo de vivir, sino están deteriorando nuestro nivel de vida. Cómo no me voy a sentir estresado si las calles parecen para ratones y las casas pequeñas ratoneras. Pobre del vecino que se estacione en mi lugar, porque con él me voy a desquitar toda esta frustración.

Los lugares cambian. Cabo San Lucas sigue siendo un lugar agradable para vivir, pero por cuánto tiempo más.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Es horrible!!!
¿por qué hacen eso?
malditas constructoras, compran cierto pedazo de terreno, lo explotan al máximo y nos dejan viviendo como en panal de abejas!

Qué incómodo vivir así!
Escuchas desde la música, obvio, ke el vecino pone (sin necesidad de ser a todo volumen) hasta pleitos, gritos eróticos a media noche, perros (que parece que estan en tu puerta ladrando, claro), hasta la TV se escucha!!!

Donde yo vivo no hay espacio entre casas! están todas pegadas! ke feo caso! Segun hay cochera para dos carros (claro, donde está tu porche, no creas que es aparte) y yo digo ke es cierto, caben dos carros, pero a menos que sean SMART o ATOS.

Aparte que la constructora cambió su razón social y nos dejó invadidos de problemas, como los odio!! no sé como les permiten las autoridades que hagan los que se les da la gana (mordida?)

Empeora la calidad de vida (d x sí CSL no fue planeada)y da muy mala imágen a la ciudad x.X

Ké mal px!

Jonás dijo...

Vaya! vaya! no soy el único que sufre por este problema.

Además, en algunos fraccionamientos deben de estacionar los carros a las banquetas porque no caben en la calle. Si estacionaran bien sus carros no quedaría espacio para transitar. Será incompetencia de las autoridades al revisar las obras o habrá algún beneficio pa los chescos? Será falta de planeación de las constructoras o parte de un plan maléfico para alterar nuestras vidas?

Daría para un capítulo de la dimensión desconocida.

Unknown dijo...

Pues todo es un maléfico plan, no para hacernos la vida más difícil, si no para sacar todos una buena tajada de pastel. ¿Cómo es posible que en la calle (o más bien callejón) quepa solo un carro?

Ay, no, de verdad es desesperante. Tampoco somos ricos como para irnos a vivir a cerro colorado, pero x la modesta cantidad que estamos pagando (que cada año sube un buen) pienso que sí es para algo más decente.